Las técnicas de trabajo intelectual son todos aquellos medios o recursos que pueden contribuir a facilitar el aprendizaje del alumnado, ya sean estrategias de aprendizaje, hábitos de estudio específicos, técnicas de aprendizaje concretas y métodos de estudio eficaz. A esta definición añadimos la inteligencia emocional porque el ser humano es un todo, una realidad global. El desarrollo de las competencias emocionales es vital para la vida porque influye directamente en la relación contigo mismo y con los demás.
Es muy importante enseñar al alumnado la gestión de la impulsividad, la tolerancia a la frustración, cómo gestionar el estrés y la ansiedad. Que aprendan a tener un autocontrol en su propio aprendizaje para poder integrar un hábito, convirtiéndose en personas con una mejor autoestima, optimistas, capaces de auto-motivarse, responsabilizarse, tomar decisiones beneficiosas para ellos mismos y ser asertivos y resilientes.